miércoles, 30 de diciembre de 2009

Santiago, corazón de fuego

Santiago, corazón de fuego

El sol cae sin piedad

golpeando nuestra piel.

Desquiciado verano,

que hierves en mi cabeza.

¡Santiago, corazón de fuego!

¿Cómo dormir la siesta

envuelta en aires calientes?

Nubes blancas y plomizas

se movilizan

con sus valijas cargadas.

¡Hoy habrá cambio!

Se alzan voces esperanzadas.

espejismo vano, falsa ilusión.

- ¡Todas las mieses ardidas!

gime un agricultor,

- “este invierno será bravo,

con la cosecha quemada”.

Caminos polvorientos,

árboles muertos de sed,

niños y pájaros aturdidos,

languidece todo,

el suelo resquebrajado,

sequía y cortes de luz.

¿Será el mejor de los mundos,

este cálido vergel?

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