El sol cae sin piedad
golpeando nuestra piel.
Desquiciado verano,
que hierves en mi cabeza.
¡Santiago, corazón de fuego!
¿Cómo dormir la siesta
envuelta en aires calientes?
Nubes blancas y plomizas
se movilizan
con sus valijas cargadas.
¡Hoy habrá cambio!
Se alzan voces esperanzadas.
espejismo vano, falsa ilusión.
- ¡Todas las mieses ardidas!
gime un agricultor,
- “este invierno será bravo,
con la cosecha quemada”.
Caminos polvorientos,
árboles muertos de sed,
niños y pájaros aturdidos,
languidece todo,
el suelo resquebrajado,
sequía y cortes de luz.
¿Será el mejor de los mundos,
este cálido vergel?
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